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El Señor, como su amor es verdadero, pide amor, pide correspondencia de amor y el culto al Corazón de Cristo, exige una respuesta: hemos visto cómo es el Amor que él nos da, un amor loco, apasionado, un amor divino, humano, racional, un amor  sensible, pero ese amor como es verdadero pide una respuesta de amor. 

También los místicos, los santos, especialmente la gran Santa del Corazón de Jesús Santa Margarita María de Alacoque, nos cuenta como el Señor descubre su Corazón, como un horno ardiente y le dice: «Éste es mi Corazón que tanto ama, si al menos tú me pudieras consolar… » y tenemos que escuchar esa llamada, también te lo dice a ti, «si al menos tú me pudieras consolar, me pudieras acompañar…»   qué peticiones hace, también dirá al beato Bernardo de Hoyos y también a Santa Margarita «ocúpate de mi honra y de mis cosas que yo me ocuparé de ti y de las tuyas», ocúpate de mi honra y de mis cosas nos pide y uno dice, ¿Cuáles son tu honra y cuáles son tus cosas Señor?, le podemos preguntar.

Tenemos el Corazón de Jesús vivo en el Sagrario, en la Eucaristía, nosotros podemos ir ante él y decirle: Señor, ¿qué quieres que haga por ti, qué puedo hacer por ti Señor? me has ganado, he visto el amor tan grande que tú tienes por mí… ¿Qué puedo hacer por ti?.

                                                                                                                                                        Fuente de los videos publicados: Radiotelevisión Diocesana de Toledo